El estudio nacional que se llevó a cabo en noviembre no sólo dejó en la cola al Chaco aliado con Milei en su visión del Estado ausente. También puso en primer lugar a la Formosa de Gildo Insfrán. No es justicia poética, es una lección histórica: o se gobierna para todos o sólo para unos pocos.
Según la Secretaría de Educación de la Nación, sólo el 45% de los alumnos de tercer grado alcanza el nivel esperado en lectura. A nivel nacional, 3 de cada 10 alumnos están rezagados en sus habilidades lectoras.
Chaco recibió la peor calificación: sólo 1 de cada 3 estudiantes (34,2%) alcanza el nivel esperado. Por el contrario Formosa, fustigada por los libertarios, se llevó el mejor nivel de desempeño del país: el 63,6%. Según destaca Infobae, “el plan de alfabetización de Formosa se orienta al constructivismo, con énfasis en la educación intercultural bilingüe”.
Zdero podrá culpar a la pesada herencia, y en parte tiene razón: el fracaso de la política educativa es estructural, pero las cosas siempre se pueden hacer peor, como lo acaba de demostrar la prueba nacional.
Hace pocos días, la ministra de Educación Sofía Naidenoff participó de la 141° asamblea del Consejo Federal de Educación (CFE). Uno de los ejes fue “avanzar en temas como la alfabetización digital”.
Viven en la Matrix. Los pibes no comen, la mortalidad infantil aumenta por falta de política sanitaria, y no aprenden por falta de política educativa. No alcanza con entregar antenitas. Por una vez, chamigo, seamos Formosa.