Mientras espera que algún fiscal federal promueva otro allanamiento (y que esta vez no quede pegado ningún candidato radical) Rubiolo hace operaciones de cuarta para justificar la que se lleva.
Ni siquiera las produce él. Las toma de Facebook. Los denunciantes originales culpan a Capitanich por ordenar que tapen los murales que Rubiolo califica como "patrimonio cultural de Resistencia".
Ante todo, la ley 5556 establece que para que una obra sea "patrimonio cultural", debe ser declarada como tal por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico Cultural y Natural. Una pared pintada por los estudiantes de la Escuela de Arte no es otra cosa que una pared pintada.
Pero ni siquiera es el caso. Al "patrimonio cultural" de la denuncia se lo llevaron las olas y el viento, sucundúm sucundúm, mucho antes de que un puntero del PJ pasara por la Sarmiento y viera el muro descascarado.
Nadie se ocupó de la conservación de esos murales porque nadie tenía la obligación de hacerlo. En todo caso los estudiantes podrían haberlos repintado cada dos o tres años, de onda. Pero tampoco lo hicieron. Lo mismo podría haberlos tapado Alabe con flores tropicales y la leyenda "si ensucia, no lo voto".
Les dejo fotos que cualquiera puede googlear, tomadas en enero.