Cuando apelás a mentiras y trabalenguas para explicar el desastre de tu gestión, o tenés pésimos asesores o estás desesperado. El secretario coordinador de gabinete Livio Gutiérrez cumple con al menos una de ambas premisas.
-“Con Capitanich y con 40 grados no había electricidad, hoy sí”, dice Livio.
Si fuera verdad, tendría que explicar cuánto se amplió la cobertura energética en 2024. Sería un buen dato para contrastar la afirmación. De lo contrario, es mentira.
-“Él aumentaba Secheep, y la tarifa nacional estaba congelada. Hoy es al revés. Secheep no cobra la distribución, el aumento es nacional”.
Qué ganas de complicarla chamigo. La gente antes podía pagar la tarifa de luz: hoy no. Hacer un juego de palabras para explicar lo obvio es de una enorme torpeza conceptual y de mucho cinismo.
Es torpe porque la gente sabe que a este gobierno le quedó grande el problema energético a pesar de que la Legislatura le aprobó un crédito por US$ 145 millones para resolverlo. Y también sabe que aunque tenga luz, no la puede pagar.
Y es cínico porque Zdero manifestó su férreo acompañamiento al gobierno de Milei con actos que dan vergüenza ajena, pero cuando se trata de un problema como el energético, se hace el boludo.
No podés ser el mancebo del presidente para algunas cosas, y emanciparte para otras. Si te gusta el durazno bancate la pelusa. El ajustador es Milei, no Capitanich. Y vos sos su cómplice.
-“Por eso los militantes de tarifas, no van a solucionar nada. Cobraron la boleta y no pagaron. Endeudaron un año de energía. Ojalá sea candidato el responsable así rinde cuentas”.
El problema no son los militantes de tarifas, Livio querido. El problema son los incompetentes y los mentirosos del gobierno. Los de afuera son de palo. Los opositores pueden sacar cualquier conejo de la galera, pero ustedes tienen que brindar soluciones, no excusas.
Los cortes son reales; los bajones de tensión que queman miles de electrodomésticos todos los días son reales; las montañas de medidores secuestrados por falta de pago son reales; las facturas prohibitivas son reales. Todo eso, armes el verso que armes, la gente lo sabe.
Gobernar no es chamuyar, gobernar es resolver problemas.