El cortejo para el apareamiento entre las ardillas rojas tiene dos fases. La primera es muy agresiva: pelotones de machos persiguen a una aterrorizada hembra por el bosque mientras se pelean entre ellos para llegar primero.
La segunda fase, por el contrario, parece creada por un guionista de Disney: agotado, el macho que eliminó a la competencia comienza a hacer chasquidos (los biólogos los describen como “besitos”) y a actuar como un cachorro. Se supone que este comportamiento despierta el instinto maternal de la hembra, que le permite acercarse para finalmente concretar la cópula.
A la política le gusta imitar a la naturaleza. No por nada se suele decir que es “la ley de la selva”. Y aunque el presidente Milei prefiera representarse como un león, en el caso de la estafa con la cripto $LIBRA eligió ser la ardilla roja.
Cuando el mandatario tomó dimensión del cagadón que se había mandado al promocionar el token, cambió la táctica de perseguir opositores por la de mostrarse como la víctima de un elaborado timo. Durante la entrevista arreglada con Joni Viale se autoindultó: “Soy un entusiasta”, “tuiteé desde mi cuenta personal”, “no promocioné el token, lo difundí”, etcétera.
La puesta en escena buscaba el efecto cachorro: sentarse al borde del sillón, juntar los hombros y las rodillas, “hacerse chiquito”, arquear las cejas excesivamente maquilladas, sonreír, hablar bajito. Cierto es que el lenguaje corporal lo delataba: las manos unidas con los dedos entrelazados, los pies escondidos debajo del sillón…
El lector estará al tanto de que la señal TN colgó por error en su canal de YouTube el “crudo” del reportaje en el que Viale hace una pregunta que compromete al presidente y éste, al responder, incurre en una confesión de parte respecto a su posible responsabilidad penal en el escándalo. Veamos el diálogo:
-Vuelvo a $LIBRA, -dice Viale-, para cerrar: la jueza que va a investigar es Servini. ¿El Estado va a hacer una presentación espontánea? ¿Te vas a presentar? ¿El abogado del Estado?
-La verdad, los temas jurídicos no son los míos. Sería imprudente de mi parte que te anticipe esto. Quien seguramente mejor entienda en esto es nuestro ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
-Bueno, como es un tema en el cual participaste vos como ciudadano, además de como presidente, por eso te lo pregunto…
-Es bueno que señales “como ciudadano”, porque tuiteé desde mi cuenta personal.
-Sí, pero ya te diste cuenta que no; que sos presidente.
-Sí, pero mi cuenta es mi cuenta personal.
-Está bien, pero sos el presidente...
En ese momento, Santiago Caputo interrumpe la nota:
-Perdón, sorry, perdón, tenemos un problema.
Joni Viale mira detrás de cámaras, se ha dado cuenta de que metió la pata:
-Con esta parte, claro, -confirma.
-Cortá ahí, -ordena Caputo.
Viale se incomoda:
-Y, no sé cómo venía.
-Arrancá con la pregunta de vuelta, -le dice el Mago del Kremlin.
-Sí, sí, ya sé… estoy… Sí, ya sé por qué, por el juicio.
Caputo se acerca a Milei y le susurra al oído. Se alcanza a escuchar: “No es un problema de Estado”.
Viale reconoce su error una vez más:
-Sí, yo entiendo. Me di cuenta, te puede traer un quilombo judicial.
Mira el techo, suspira:
-A ver… ¿Cómo veníamos?
-No sé, -responde Milei-. Volvé a preguntar sobre $LIBRA, qué sé yo.
-Dale, vuelvo desde ahí.
Viale retoma la entrevista:
-Cierro con $LIBRA, lo último: la jueza es Servini, ¿qué van a hacer como Estado? ¿Se van a presentar espontáneamente?
Milei, ya coacheado, responde:
-Pero, de vuelta, hay un tema de privados ahí, que lo resuelve el sector privado, y yo no me meto en los temas legales porque no es un tema mío.
Irónicamente cierran la nota hablando del proyecto de “Ficha limpia”.
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Si el escándalo con $LIBRA fue bizarro, el reportaje para intentar limpiar la reputación de Milei es extravagante. De más está decir que el papel de Joni Viale en la opereta terminó de sellar su carrera.
El problema es qué impacto va a tener esto en la política y la economía argentina, más cerca del suicidio asistido que del rebote en V. ¿Cuánto tiempo podría aguantar el gobierno si el Fondo le suelta definitivamente la mano? ¿Qué niveles de inestabilidad podría alcanzar?
La estrategia de la ardilla roja, que durante cientos de miles de años ha permitido que esta especie prospere en la naturaleza, de nada le sirvió a la política para que Milei llegue, tan siquiera, a octubre. Ya ni hablemos de concretar la cópula.