Este viernes, luego de que fracasara el intento del oficialismo de aumentar los descuentos a activos y pasivos para financiar el Fondo de Alta Complejidad del Insssep, un “militante peronista” y el diputado ex-peronista (ahora en el interbloque radical) Samuel Vargas se agarraron.
Los medios paraoficiales dijeron que el señor atacó a Vargas. Un testigo reveló que Rodolfo “Piriqui” Larraburu -así se llama- lo trató de traidor, Vargas le pegó por la espalda y al retroceder se tropezó y cayó a la calzada.
“Golpearon al legislador Vargas y se encuentra internado”, publicó Norte y matizó: lo internaron “por cuestiones precautorias”. Tenía las lesiones leves propias de una piñada incidental. Eso sí, a Piriqui lo metieron en cana por fajar a un diputado.
Pero veamos la reacción de Leandro Zdero, que vio naufragar una vez más un intento de meterle la mano en el bolsillo a la gente. En sus redes escribió: “Repudio el ataque organizado por el kirchnerismo del Chaco al legislador Samuel Vargas”. ¿“Ataque organizado”? No hubo logística ni propósito, fueron viejas cuitas. En fin.
Zdero no puede administrar la frustración. Le pasó cuando le frenaron el crédito por US$ 150 para declarar la emergencia energética y armó una embestida mediática contra “el kirshnerismo”.
Es un chanta: cuando se volvió a tratar el endeudamiento se olvidó de la emergencia y sólo pidió plata para repartir entre los intendentes y para obras de infraestructura no especificadas.
Es perverso: se angustió por las heridas leves de Vargas pero no dijo nada sobre el medio millar de familias que dejó en la calle en vísperas de Año Nuevo. Peor aún: en lugar de exigirle a Milei el pago de los fondos adeudados del Insssep, le exige a los chaqueños que se hagan cargo del quebranto.
Es un hipócrita: cuando era legislador y se sacaba selfies tomando mate en el auto en la vereda del Recinto al que había dejado sin quórum, era “el juego de la democracia”. Cuando lo dejan sin quórum a él, la democracia está en peligro.
Ángel Rozas lo vio antes que nosotros cuando intentó bajar su candidatura: reconocía al pequeño tirano que tenía enfrente. Hoy lo estamos padeciendo.