La expropiación de más de 580 hectáreas para un nuevo basural a cielo abierto dejó en carne viva la interna del Frente Chaqueño
Se trata de un proyecto presentado en 2012 por Sergio Vallejos a instancias de la intendenta Aída Ayala. El trámite durmió el sueño de los justos hasta este miércoles, reflotado por el oficialismo y votado casi sin debate en un trámite exprés que llamó la atención de propios y extraños.
Foto: Norte. |
La iniciativa original preveía la expropiación de 60 Has de un predio de más de 580 Has, actualmente propiedad de Mario Antonio Sebastiani, pero la norma finalmente aprobada autorizó la compra de las casi 600 Has de ese campo para el destino final de los residuos sólidos urbanos del Gran Resistencia. Para graficar la escala del lugar, es una superficie mayor que la localidad de Colonia Elisa.
Algunos legisladores del Frente Chaqueño se mostraron renuentes ante la urgencia de votar una ley presentada hace más de una década. De hecho, en 2013 el Ministerio de Ambiente había advertido que el Municipio de Resistencia no había presentado el estudio de impacto ambiental ni el plan de gestión ambiental requeridos, y que así era imposible avanzar en la expropiación.
En rigor, el proyecto sólo pasó por la Comisión de Asuntos Constitucionales en 2012, pero no fue abordado por las de Obras y Servicios Públicos, Desarrollo Humano y Salud, Recursos Naturales y Ambiente, Tierras ni Hacienda y Presupuesto, habida cuenta de que se trata de una iniciativa de alto impacto ambiental y presupuestario.
De hecho, en la audiencia pública que se hizo en febrero de 2017 para buscar una alternativa al colapsado sumidero de María Sara, el concejal Rodrigo Ocampo recomendó destinar para esos fines el predio ubicado en Chacra 235 (“Parque Ambiental Sur”) muy cerca del Río Salado. Ahora, como diputado provincial, Ocampo acompañó sin cuestionamientos la iniciativa de Juntos por el Cambio.
CUESTIONAMIENTOS
El proyecto se encontró con la resistencia de diputados del Frente Grande, el peronismo, el Partido del Trabajo y del Pueblo, el CER y el Frente Integrador, que solicitaron que volviera a comisión. Fuentes cercanas a los protagonistas aseguraron que “se desayunaron” con el ambicioso proyecto al llegar a la sesión, ya que ni siquiera fue conversado en el seno de los bloques.
Tere Cubells abrió la jugada pidiendo la vuelta a comisión, y se sumó Rodolfo Schwartz, quien señaló que la expropiación de 600 Has, “como para juntar la basura de la mitad de la Argentina”, tenía que estar técnicamente fundamentada.
Por su parte, Rubén Guillón reclamó que se explicaran las razones de los doce años de demora, el cambio de propietario (originalmente pertenecía a Jorge Díaz), y solicitó datos sobre el estudio de impacto ambiental y la tasación del predio. La respuesta de la diputada Doris Arkwright no lo convenció: “Está todo acordado y trabajado en el expediente”, dijo en referencia a un estudio de la APA y el Municipio que daba luz verde al proyecto.
La peronista Analía Flores tampoco acompañó la propuesta del oficialismo: “Las asociaciones ambientalistas ponen mucho cuidado en estos temas, me llama la atención que esto no es solamente una cuestión de terreno, sino de la temática ambiental, tiene que volver a comisión y que vaya a Recursos Naturales y Ambiente”.
Finalmente la diputada Elba Griselda Ojeda, en nombre del bloque CER, adelantó que tampoco iba a votar el proyecto: “Necesitamos seguir estudiando en profundidad”.
Así, en contra de la aprobación de la expropiación se manifestaron los mencionados Cubells, Schwartz, Guillón, Flores y Ojeda, además de Paola Benítez, Mariela Quirós, Darío Bacileff Ivanoff, Andrea Charole y Santiago Pérez Pons.
Los peronistas y aliados que sí acompañaron al oficialismo en la compra de las 600 Has fueron el mencionado Ocampo, Pía Chiacchio Cavanna, Juan José Bergia, Nicolás Slimel, Josefina Gladys González y Atlanto Honcheruk.
El resultado de la votación muestra la dispersión del interbloque Frente Chaqueño incluso en temáticas fundamentales como la cuestión ambiental, que no admite “objetores de conciencia” a favor de la profundización del daño al medio ambiente, tanto más si de los argumentos presentados por el oficialismo no se desprende que haya habido interés por discutir la factibilidad del proyecto o la búsqueda de alternativas superadoras.
Más que un interbloque, el Frente Chaqueño parece una micropyme en venta. Una pena por los que se aferran al sentido común.